Aunque a estos días de principios
de otoño los llamamos “el veranillo de San Miguel” y a este sol que aún calienta,
“el sol del membrillo” por ser el que hace madurar esta hermosa y olorosa fruta;
ya pronto refrescará y los días se tornarán grises y lluviosos, las hojas de
nuestras arboledas comenzarán a amarillear y a dejarse caer lánguidamente en
una hermosa danza que se repite otoño tras otoño. Y, no se sabe por qué, ocurre que
las personas calmamos los ánimos del caluroso verano y nos retraemos hacia
nuestro interior y… comenzamos a recordar. Sí, nos vuelven nítidas escenas de
momentos pasados con otras personas que ya no están
cerca de nosotros y que echamos de menos. Y en nuestro colegio, en el Rosa Luxemburgo de Parla, durante
todo el año pero particularmente cuando llega esta hermosa estación, nos
acordamos con nostalgia de todos los alumnos y alumnas, profesores y
profesoras que pasaron por aquí y
llenaron de vida estas paredes y patios.
Sí, querida Success, nos acordamos mucho de ti, de ti y de todos porque el corazón del Rosa es muy grande, que
decimos grande: inmenso es, y hay espacio de sobra para no olvidar a nadie de los
que por un motivo y otro ya no están aquí.
Un abrazo fuerte para todos
aquellos alumnos que, como Success, no nos olvidan y nos echan de menos.
Los alumnos/as y profes del Rosa