NUEVAS TECNOLOGÍAS, ¿UN AVANCE EN LAS RELACIONES?

Aunque nosotros como adultos seamos principiantes en esto de las redes sociales, no lo somos tanto como para no darnos cuenta de sus virtudes y sus defectos. Como suele ocurrir con casi todo lo que hace tan atractivo algo, a la vez lo convierte en un gran inconveniente. Por ejemplo, Facebook o whatsapp son dos vías inmediatas para transmitir una noticia… Esto es buenísimo como avance, sin embargo, a veces, su utilidad no es la más indicada. Las tecnologías de la información y de la comunicación han facilitado a los niños y adolescentes un horizonte de conocimientos y experiencias que son, en general, beneficiosas para su desarrollo personal y social. Sin embargo, hay una preocupación creciente por los riesgos que estas oportunidades traen consigo, como son las adicciones y otras posibles consecuencias negativas asociadas al abuso de las redes sociales: contenidos inadecuados, ciberacoso, acoso sexual y comisión de delitos.

No cabe duda que tener un ordenador en casa es contar con una herramienta importante para que los niños y adolescentes puedan hacer labores de búsqueda e investigación con fines educativos. Acceder a internet puede facilitar la elaboración de trabajos para el colegio o instituto. Pero no podemos perder de vista que, aunque internet sirva y sea útil para “investigar”, nada puede sustituir a la “experiencia”. La experiencia real no puede ser sustituida por la experiencia de ver a través de la pantalla: los colores no son lo mismo, ni las emociones o sensaciones.

Más allá del uso de internet a través del ordenador, el boom de los teléfonos móviles con acceso a la red ha supuesto, una vez más, una revolución a la hora de comunicarnos. A veces hace que nos sintamos más cerca de los demás, compartiendo a través de fotos y actualizaciones dónde estamos, cómo estamos o cómo nos sentimos. Pero no hay que olvidar que no es igual contar una anécdota o un problema a través de las redes sociales que en persona: la comunicación es muy más que lo que se dice, es cómo se dice… y esto, de momento, no tiene sustituto vía online

Es preferible dedicar más tiempo a estar con los amigos que a chatear con ellos.

Pero si miramos a nuestro alrededor veremos el alto porcentaje de personas con la mirada “fija” en el móvil. Chats como WhatsApp, o el aceso directo a Twitter, Facebook o Tuenti están muy presentes en el día a día de los adolescentes ¿Podríamos estar hablando de una nueva forma de adicción? Un estudio destaca que cerca del 30% suele interrumpir una charla con amigos, una comida familiar o el estudio para leer un mensaje, un e-mail o una notificación en el móvil. La mayor parte de las consecuencias de estas adicciones están relacionadas con trastornos por déficit de atención, trastornos de la conducta y un reflejo inmediato en el rendimiento escolar de los pequeños.

 

Además no debemos olvidar que existe un grave peligro cuando las redes sociales se convierten en la única forma de comunicación. Los perfiles en páginas como Facebook o Tuenti dejan al descubierto la intimidad de las personas que lo utilizan y puede llegar a servir de vehículo a nuevas formas de bullying o acoso escolar, enmascaradas desde la “aparente” protección del no estar “cara a cara”. Los adolescentes agregan amigos a su perfil sin ninguna medida. Además existen situaciones peligrosas como los insultos que se lanzan unos a otros a través del ordenador y la publicación de fotos sin el consentimiento de los que aparecen en ellas (en ocasiones, comprometidas). También, como hace poco tiempo en los chat y el Messenger, los chicos conciertan citas a ciegas con supuestos amigos que no conocen de nada que pueden llegar a ser sumamente peligrosas, como ya se han dado en muchos casos en el mundo.

¿Qué pueden hacer los padres?
 

·       El uso de INTERNET se recomienda sólo para tareas escolares y los fines de semana bajo la supervisión paterna.

·       Los VIDEOJUEGOS (DS, Wii, PSP…) deben controlarse. Se recomienda que no se usen entre semana, sólo los fines de semana y con un tiempo limitado. Los padres deben conocer bien su contenido, que sean tolerantes, respetuosos y adaptados a la edad del niño.

·       Se recomienda que nunca se den MÓVILES a los niños menores de los doce años.

·       Los expertos señalan que el tiempo dedicado a la música: MP3, Ipod… que escuchan nuestros hijos debe ser menor de una hora al día y a un volumen no superior al 60%. Nunca deben escucharlo en la cama porque no descansan adecuadamente ni media hora antes de entrar en clase porque les dificulta la concentración en el aula.

·       Pero lo más importantes que podemos hacer como padres es relacionarnos con nuestros hijos e inculcarles un criterio de juicio para que sean conscientes y sepan manejar las redes sociales adecuada y eficazmente.

A raíz de los que acabamos de leer hagámonos la siguiente pregunta: Las redes sociales ¿nos aíslan o nos comunican?

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