Aquí os dejo unos pequeños consejos para que la vuelta a la rutina diaria sea más llevadera:
Adaptarse a los nuevos horarios: Tenemos que recuperar los hábitos que llevábamos antes de las vacaciones y acostumbrar a los niños a los madrugones. Podemos levantarlos pronto e irles concienciando mientras desayunamos con ellos.
Hablar de los nuevos propósitos: Una manera de motivar a nuestro hijo para el nuevo curso escolar es pedirle que nos hable de lo que se ha propuesto conseguir este año (leer más, terminar los deberes, aprender un idioma extranjero…) y nosotros debemos apoyarlos en sus propósitos.
Elaborar una lista de los productos que se vayan a necesitar: Tenemos que poner en orden todo el material escolar (mochilas, libros, batas, etc.) que vamos a necesitar para que al niño no le falte de nada. Con una lista y la colaboración del pequeño conseguiremos equiparlo bien.
Vencer los lloros: Sobre todo en los más pequeños, desprenderse de los padres es una situación muy dura para ellos; por eso, los primeros días debemos acompañarlos al colegio y animarlos a que lo pasarán bien en clase.
Planificar un horario de actividades: Podemos participar con el niño en la confección de un calendario donde se irán apuntando las diferentes tareas que le vayan surgiendo y también las actividades extraescolares que vaya a realizar.
Fijar unas normas sobre el uso de la televisión, internet y videojuegos: Viniendo de un periodo como las vacaciones será difícil desenganchar a los nuevos de estas tecnologías, pero después de hablar con ellos, debemos ser firmes y restringir su uso hasta cuando hayan terminado los deberes, por ejemplo.
Crear un espacio para estudiar: Si le proporcionamos un lugar confortable donde poder realizar sus tareas escolares (una habitación bien equipada), él se sentirá más cómodo, se sentirá más a gusto y acabará rindiendo más.
Crear un espacio para estudiar: Si le proporcionamos un lugar confortable donde poder realizar sus tareas escolares (una habitación bien equipada), él se sentirá más cómodo, se sentirá más a gusto y acabará rindiendo más.
Compensar con ocio las obligaciones escolares: Para que al niño no se le venga encima una montaña responsabilidades (deberes, estudio…) organizaremos con él actividades distendidas que lo ayudarán a desconectar.
Interesarse por su día en el colegio: Una buena manera de concluir estas recomendaciones es recordando la importancia de preocuparse por lo que han hecho los niños en clase; con ello, mejoraremos la complicidad con nuestros hijos y éstos se sentirán más aliviados y con menos carga para afrontar la “vuelta al cole”.
Laura le tienes que decir algo a mi
ResponderEliminarMadre de la
Runion itziar
Hola Itziar,
EliminarEl lunes la cuento, tranquila :)
Laura