HEIDI

Cuando yo era un niño, de siete u ocho años, veía en la televisión "HEIDI", una serie de dibujos animados que todavía guardo en mi corazón, más que en mi memoria.

Heidi es una pequeña niña huérfana que vive en la ciudad centroeuropea de Frankfurt, con una tía suya, hermana de su fallecida madre. Su tía ya no puede hacerse cargo de ella porque dedica mucho tiempo a trabajar para poder subsistir y decide llevar a la niña con su abuelo paterno a las montañas, a los Alpes.

Allá, en las montañas, cerca de las cumbres, en una cabaña de madera al pie de unos enormes abetos y una fuente cantarina, vive el viejo, únicamente acompañado por Niebla, un perrazo enorme y bonachón. El viejo, el abuelo, vive amargado por el triste recuerdo de su fallecido hijo, el padre de Heidi. También tiene unas cabras que a diario son recogidas por Pedro, un simpático pastorcillo que cuida y lleva a pastar al ganado de todas las cabañas de los alrededores.

Cuando la niña llega con su tía a las montañas, al abuelo no le agrada el hecho de cuidar a su nietecilla y se muestra enfadado, pero la alegre y cariñosa niña no tarda en ganarse el corazón del triste viejo de los Alpes.

Heidi descubre  en las montañas un nuevo modo de vivir y rápidamente se integra en ese mundo natural del que disfruta y al que ama en extremo: las cumbres nevadas, los valles profundos, los regatos de agua cristalina, la fresca hierba, las hermosas florecillas, los frágiles pajaritos, los impresionantes bosques, la majestuosidad del gavilán en vuelo, las retozonas cabras de Pedro, el fuerte sabor de la leche de cabra, el dulce olor de su mullida cama de heno… las noches de un cielo puro y estrellado.

Heidi, además de alegrar el corazón de su abuelo, entrega toda su amistad a Pedro que no tarda en contagiarse de la alegría de Heidi y le enseña todos los secretos de las montañas.  Pero, además,  la alegría y el amor de Heidi se extienden a todas las personas que la rodean, siendo incluso capaz de obrar milagros… sí, con su amiguita Clara. Bueno no os cuento más…

Heidi, un personaje tierno como pocos y que me hizo disfrutar con sus aventuras tanto como ella misma lo hacía. Una serie que os recomiendo veáis y disfrutéis completa, y de la que aprenderéis que para ser feliz de verdad, sólo es necesario amar y ser alegre, siempre.

El profe Santiago